Los zafiros más conocidos son de color azul y en gemoterapia podemos utilizar una calidad más baja en canto rodado.
El zafiro azul es un gran “desintoxicante” del cuerpo y de la mente. Muy útil cuando necesitamos volver al origen, cuando hemos mezclado conceptos y nos sentimos perdidos. El zafiro azul nos conecta con nuestro ser primordial, guiándonos como de un mapa se tratara y apartándonos de todas las “distracciones” de lo cotidiano para que nos centremos en nuestro equilibrio y no caigamos en las trampas del ego.
En las diferentes terapias con zafiros utilizamos sus cuatro principales colores:
amarillo, para el cuerpo mental.
azul, para el cuerpo etérico.
rosa, para el emoción
transparente para el físico
Debido al alto coste de los diferentes colores, se utilizan normalmente los zafiros transparentes, rosas y amarillos en elixir, tomado en gotas, y los azules más comunes en el mercado en canto rodado, o en joyería engarzada en plata.
Cuando empezamos un proceso de sanación, muchas veces nos encontramos que hemos localizado la emoción correspondiente a la enfermedad, también hemos utilizado diferentes técnicas de sanación… pero el proceso de curación no termina, y eso ocurre porque ya llevamos la información de la enfermedad en nuestro cuerpo. Por eso el siguiente paso es borrar esa información.
En la India son muy conocidos los zafiros llamados estrella, nombre dado por un brillo especial adquirido en su cristalización. Esa “estrella” nos proporciona pensamientos positivos y energía pura, aunque estemos inmersos en un periodo de confusión. Especialmente indicada para la meditación, es colocada en el “tercer ojo”; así nos devuelve la conexión con el origen de nuestro ser, reconectándonos con nuestro Ser primordial y ayudando a que poco a poco sintamos paz interior.
Preparación del elixir
Es muy importante aclarar la diferencia entre preparar “agua de un mineral” y un elixir. Para preparar el elixir es fundamental que la piedra sea de calidad “gema” (alta calidad) y pequeño tamaño. Y siempre utilizar un mineral de alta dureza según la escala de Mohs.
La gema se limpia y purifica, después se deja en un pequeño recipiente con coñac durante todo un ciclo lunar: nunca empezaremos la preparación en luna menguante. Los goteros marrones de las flores de Bach son perfectos. Dejaremos durante 28 días la gema en el coñac completamente aislado de la luz. Después de completado el periodo de descanso (tres días después de finalizar los 28 ya indicados) ya tenemos nuestra “tintura madre”, que puede ser diluida en otro gotero de cristal mezclando 18 gotas de tintura para cada pequeño frasco. Luego añadiremos agua mineral hasta completar todo el frasco.
Esta fórmula es útil para la preparación de cualquier elixir… pero siempre tener en cuenta la dureza de la gema.
Disfrutad de tan alta vibración y conectaros con la magia de los zafiros.