Desde la antigüedad el hombre ha utilizado el péndulo para diversos fines como la búsqueda de agua y metales. A través de los siglos surgieron expertos en este arte, lo que dio origen a la radiestesia. Hoy en día, los péndulos se utilizan cada vez más en terapias alternativas como eficaces instrumentos. En el mercado los podemos encontrar en diversas formas y hechos de materiales como el cuarzo, el más frecuente, como el cuarzo rosa, el cuarzo transparente y la amatista.
En cualquier caso, lo importante es que el péndulo tenga peso, que esté sujeto por una cadena o hilo y que, sobre todo, seamos conscientes de que el péndulo lo movemos nosotros.
Si adquirimos un péndulo de piedra, es aconsejable dejarlo toda la noche en sal seca (nunca en agua) para limpiarlo energéticamente. Luego buscaremos una caja pequeña o bolsa de tela oscura para guardarlo. El péndulo sólo debe ser sacado en el momento que lo vayamos a utilizar, exclusivamente para uso personal, y guardarlo después de ser manejado.
Existen muchas formas de aprender a usar un péndulo. Primeramente, hay que identificar el “sí” y el “no” que indique en cada consulta (cada péndulo posee un código diferente). Jamás podemos afirmar que el movimiento circular o en línea recta tiene un significado concreto. Hay que preguntar, descubrir y confirmar cada movimiento.
Ejercicio práctico
Sentado en una postura cómoda, sujeta el péndulo por su cadena con la mano derecha, dejando debajo la palma de la mano izquierda hacia arriba. Pregunta tu nombre y apellidos incluidos, y espera el resultado. Una vez que el movimiento sea definido, claro, apunta la respuesta. Ya está establecido cómo contestará sí.
El siguiente paso es observar su movimiento cuando vuelvas a preguntar, pero diciendo (inventando) otro nombre y apellidos diferentes a los tuyos. Normalmente el movimiento será distinto, así podrás identificar la respuesta “no”.
Los movimientos más frecuentes son círculos en el sentido de las agujas del reloj o en contra, en línea recta (adelante-atrás, izquierda-derecha).
El manejo del péndulo necesita práctica y lo más fácil es comprobar los movimientos con preguntas que sepas las respuestas. Es importante que al formular la pregunta ésta sea clara, directa y respondida con un sí o un no. Por ejemplo, ¿vivo en tal calle?, ¿tengo X años? Otro modo es establecer un soporte con las palabras “sí” y “no”, por ejemplo en un folio de papel, doblándolo por la mitad, en una cara escribir “sí” y en la otra “no”, y preguntar con el péndulo situado en el centro de la hoja.
Muchas personas utilizan el péndulo para testear los chakras en el cuerpo, observando la intensidad del movimiento a unos 20 centímetros del cuerpo. Si hacemos la prueba, veremos que cada vez las oscilaciones se armonizan entre sí.
Cuanto más pasamos el péndulo por los chakras, más igualada la fuerza del movimiento, y poco a poco irán coincidiendo las formas según se equilibren los chakras.